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sábado, 26 de febrero de 2011

A un año del terremoto.



Sábado  27 de febrero. 03:25 AM: 

El dolor no me deja dormir. Mi riñón me duele demasiado y ya he probado todos los calmantes. No me hacen efecto. Intento pararme para bajar a tomar un vaso de agua, pero me es imposible, ni si quiera me puedo parar. 

03:34 AM:

¿Está temblando?, mi mamá llega a mi habitación. "Gisel, levántate, está temblando". Me paré lentamente, me puse las zapatillas..."parece que no es tan fuerte, pero no para". Fui a la habitación de mi hermana: "Stefanie, levantate...", "Si, eso hago", me contestó. Mi mamá ya estaba al termino de la escalera, yo iba por la mitad y ella dice: "cresta, esto es terremoto". De pronto, la casa se movía de una manera increíble. Parecía como si estuviéramos en una centrífuga, no podía mantenerme en pie, y mi hermana recién salía de su habitación. Traté de agarrarle la mano, para ayudarla a bajar, pero ella tenía miedo de que el ventanal de la escalera cayera encina nuestro. Mi madre nos gritaba desde abajo: "¡bajen!", con una cara de desesperación que no le había visto antes. Se escuchaba cómo se rompía vidrio, y yo pensaba que eran las ventanas. Por fin con mi hermana pudimos llegar al primer piso, mi hermano nos esperaba en la puerta, y mi mamá nos abrazó a todos. No paraba, y mi dolor ya no me permitía permanecer en pie. Sentía que en cualquier momento me desmayaba. Le digo: "mamá, no puedo más", "aguanta Gisel", me dijo. Puede sonar estúpido, pero lo único que cruzaba mi mente era la película "2012". Hace poco la había visto con un amigo en el cine, y lo que estábamos viviendo se parecía mucho. La pandereta de concreto se movía como si fuera papel y se veía cómo los postes de la electricidad explotaban. Las alarmas de los autos comenzaron a sonar y por fin, después de 2 minutos más o menos, comenzó a calmarse el movimiento. 

Ya no pude más, y caí al suelo. Estaba sentaba en la entrada de mi casa y no me importaba si me caía algo encima. Luego ingresé al living y me recosté en el sofá, mi mamá se puso histérica, pero le dije que sinceramente, o me moría del dolor, o el techó me caía encima, me daba lo mismo. Apropósito, me produjo satisfacción el hecho de que el cielo parecía estar intacto, porque el trabajo de encielado en nuestro living lo hice con unos amigos: "resistió perfecto, no somos malos constructores", pensé. Nos quedamos sin luz, sin agua, sin teléfono y mi madre fue a hablar con algunos vecinos para ver cómo estaban. Recordé que tenía una radio a pilas, así que caminé apenas a mi pieza. Cuando entré, me di cuenta que el mueble había caído a mi cama, y estaba, literalmente, "la cagá". Todo revuelto y en el suelo. Por fin encontré la radio, ni se imaginan lo que me demoré en encontrar las pilas... pero lo logré. Bajé apenas, me volví a recostar en el sofá y conseguí prender la radio. La única que se podía escuchar era Radio Bio Bio. Si bien habíamos sido testigos de un tremendo sismo, no sabíamos las consecuencias del mismo. Nuestra casa había logrado permanecer en pie y sin mayores problemas, y lo mismo sucedía con nuestros vecinos, pero no estábamos seguros de que el epicentro hubiese sido Santiago, por lo que queríamos informarnos de la situación. Los teléfonos no funcionaban, y no sabíamos cómo estaban mis hermanos, que se encontraban en la casa de mi Padre. 

Aproximadamente una hora y media después, escuchamos a la Presidente por la radio. Dijo que el terremoto había sido de 8.8, que el epicentro estaba en la octava región, pero que era difícil comunicarse, porque estaban todas las líneas telefónicas caídas. Le preguntaron si había alerta de Tsunami, y ella dijo que eso se descartaba. Lo recuerdo como si fuera ayer..

Pasaban las horas, y seguíamos sin luz, sin teléfono y sin agua. Nos enterábamos de cosas, pero solo por la radio. Ya sabíamos que había habido un Tsunami, pero no podíamos ver la magnitud. Al día siguiente recuperamos la electricidad y comenzamos a conocer los detalles del desastre. Las imágenes eran impactantes. El Tsunami había arrasado con localidades enteras, no quedó nada en pie. Edificios colapsaron en varias ciudades, la cifra de muertos aumentaba a cada hora y las autoridades se mostraban descolocadas  y con poco liderazgo. Al final, el que hubiesen descartado el Tsunami fue el peor error de sus vidas. La gente se confió, permaneció en sus casas, y muchos murieron arrasados por el mar. Increíblemente, la Presidenta se fue con un gran apoyo (según las encuestas) popular, pero ese es otro tema...

Ha pasado un año desde aquel momento que jamás olvidaremos. Somos un país sísmico, pero este fue el segundo mayor terremoto de nuestra historia.  La justicia investiga los posibles responsables de ciertas negligencias que se cometieron esa madrugada, tanto por parte de Gobierno como de la ONEMI y la Armada. El actual Gobierno trabaja en la reconstrucción, que para algunos ha sido muy ineficiente, y para otros ha sido lo más eficiente posible. No hay que olvidar de que fueron 500 mil viviendas las que quedaron con daño severo, y no son pocos los hospitales (algunos nuevos ¬_¬), carreteras, puentes, puertos e  iglesias que quedaron completamente destruidas. Como yo odio los extremos, pienso que hay cosas que se han hecho bien y con mucha eficiencia y hay otras que han podido hacerse mejor. Pero si hay gente que espera que en un año estén todas las familias en sus nuevas casas, les digo que mejor se vayan informando y conociendo la realidad nacional e internacional en casos similares. 

Hay que seguir trabajando como país para volver a conseguir lo que tuvimos. Lo importante es que todo lo que se reconstruya, se HAGA BIEN. Que los hospitales estén bien edificados, que las escuelas sean mejores, etc. No me interesa el show del bloque opositor, porque no es más que eso, UN SHOW (sino, pregúntenle a las familias de Tocopilla que todavía no ven mejoras desde el terremoto de 2007). Creo que todos los que vivimos el terremoto, nos acordamos de cada uno de los detalles de esa madrugada. Fueron 2 minutos y 45 segundos, pero parecieron una eternidad.  

Talcahuano


Santiago 

Maipú






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