Ayer se publicó la última encuesta Adimark. El sondeo da cuenta de la baja aprobación de la política chilena en general. El Presidente Sebastian Piñera consigue solo un 31% de aprobación, mientras la oposición llega al 22%. Varios son los políticos que han intentado hacer un mea culpa por su escasa credibilidad ante la ciudadanía, mientras otros, como el presidente del PS, intenta de forma desesperada seguir sacando provecho político de la situación.
No me parece que sea tan simple analizar el por qué de estos resultados. Pero sí creo tener algunas explicaciones. Me da la sensación de que la clase política fue creando una bomba de tiempo que está a segundos de explotar, y precisamente en las manos del actual presidente. En este último año, marchas a favor y en contra de distintos ámbitos de nuestra sociedad han puesto temas que, en las últimas décadas, habían sido "olvidados". El ejemplo de Hidroaysén es muy peculiar. Por años, los Gobiernos de la concertación aprobaron centrales termoeléctrica e hidroeléctricas que dañaron de manera sustancial nuestro medio ambiente, y con ellos la salud de muchas comunidades. Sin embargo, NUNCA se habían realizado manifestaciones tan masivas en contra de algún proyecto como se ha hecho con hidroaysén.
Y no es que esté a favor de que se construya una línea de cable que recorrerá casi todo el centro de Chile, sino que muchas personas y líderes de opinión, que critican absolutamente TODO lo que haga Piñera, utilizan este tipo de acontecimientos para sacar provechos políticos. Si uno analiza de la manera más objetiva posible Hidroaysén, te vas a encontrar con que no es el diablo y tiene ventajas y desventajas. Hay que solucionar cómo disminuir lo máximo posible las segundas y brindar otra opción al sistema eléctrico de país.
En estas semanas se presenta el tema de la educación y el lucro. Una vez más, una situación que se viene arrastrando por años, pero que se radicaliza en el Gobierno de Piñera. Seamos francos, así como hay algunos que sin importar qué aplauden de pie al Presidente, hay otros que no le conceden nada...NADA. El sistema educacional chileno, a mi parecer, está colapsado y muy mal ejecutado. Existen colegios y Universidades cuyos dueños están más preocupados de llenarse sus bolsillos y matricular a estudiantes de cualquier manera, antes de entregar una educación de calidad. Por esta razón, los universitarios y secundarios se han vuelto a movilizar, con justa razón, para que existan reformas de verdad. Después de la movilización "pingüina", el Gobierno de la ex presidente Bachelet no cumplió con todo lo que le prometió a los estudiantes. Sin embargo, Bachelet se fue con un alto nivel de aprobación y nadie le recrima nada.
El actual Gobierno, después de varias semanas decidió presentar un proyecto con una serie de iniciativas que ayudarían a ir cambiando la situación. Si bien me pareció que faltó un mayor énfasis en el rechazo de plano al lucro, también creo que hay una serie de medidas muy importantes que representan un avance. PERO, no hay disposición al dialogo. Se rechaza de plano a los pocos minutos de que termine el discurso (e incluso antes) y no se estudia la propuesta (algunos sí lo hicieron). El tema no es cómo llegamos a un entendimiento, sino si Lavín salió en pantalla o no. Entonces, da la impresión de que este país está radicalizado, desde ambos sectores. Nadie le concede nada a nadie, todo es insultos y descalificaciones. Y así no vamos a avanzar...
Otro punto importante, es que en este país se sigue "repartiendo mal la torta". El crecimiento económico ronda el 7% (estábamos creciendo al 4%), bajó el desempleo, se crearon 400 mil nuevos trabajos el primer año, se comenzaron a legislar temas como el post natal y la reducción del 7%, pero aún así, al parecer, la gente no ve ningún cambio. El país crece, pero los que se llevan las ganancias son los mismos de siempre. Se Además, desde mi punto de vista, esto se debe también a que ante cualquier anuncio (insisto, CUALQUIER ANUNCIO) que hace el actual gobierno, la concertación sale con una mirada sarcástica, poco constructiva y confrontacional.
A eso súmenle que la UDI bloquea todo intento de avanzar en temas "valóricos", como el matrimonio homosexual, y entra en constante conflicto con algunos partidarios de Renovación Nacional. En definitiva, las últimas encuestas demuestran de manera contundente el rechazo que tiene la clase política en nuestro país. No me parece que el Gobierno vaya a subir en estos sondeos con un cambio de gabinete, o de manera más extrema, con un cambio de Presidente. Cualquier político que hubiera ganado en la derecha hubiese tenido los problemas que está teniendo Piñera, porque sencillamente, la oposición a las "ideas de centro derecha", es más radical que la oposición a las "ideas de centro izquierda" (salvo en el tiempo de Allende).
No sé cómo lo va a hacer la clase política para mejorar su credibilidad. Y además, no sé como lo hará la ciudadanía, porque tampoco hay donde elegir. Como diría un amigo, esto es lo que hay...
p.s: Esto de que todos los meses exista una encuesta distinta me parece que no es bueno. Es como el rating de los programas de televisión. El Gobierno, al ser elegido, tenía una planificación. Obviamente que la gente tiene TODO el derecho ha pedir cambios importantes si lo considera necesario, y el Gobierno debe hacerse cargo, pero estar todos los meses preguntándose si hay que cambiar a los Ministros, etc, creo que empaña esa planificación. Resulta que Lavín hace muy poco era uno de los Ministros mejor evaluados. Ahora, por un conflicto, muy difícil de manejar, baja radicalmente en las famosas encuestas. ¿Y todo el trabajo que estaba haciendo?, ¿Lo hizo mal?.
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