Primero, quiero dejar en claro que el Real Madrid no es solo de los españoles. El sentimiento madridista está en TODAS partes del mundo, le guste a quien le guste. Cuando se dice que un club es “universal”, no es solo para la prensa o para vender más camisetas, sino porque la gente que compra esa camiseta quiere a una institución que está lejos, pero que lo representa.
En mi caso, el sentimiento
madridista es enorme. No sé cómo
explicar por qué un equipo que tiene sus raíces en un país tan lejano me emociona
tanto, pero lo hace. Cuando Florentino Pérez, presidente del club, dice que “el
Real Madrid es de los socios”, yo le diría que está muy equivocado. Los socios
gozan de una fortuna que muchos desearíamos poder tener, pero no son los dueños
del club. El Real Madrid es de todos sus hinchas, españoles o extranjeros, que
esperan con ansías el fin de semana a que juegue el equipo. De los que se
gastan un buen dinero en comprar la camiseta de la próxima temporada. De los
que ahorramos un año para viajar a Madrid, y cuando conseguimos una entrada
para un partido de Champions, derramamos unas lágrimas. Todos somos los dueños del
club.
Aclarado esto, quiero hablar
sobre la actualidad del equipo. La última temporada la podemos resumir con dos
palabras: DE MIERDA. La Liga se comenzó mal, con errores tanto del cuerpo
técnico como de los jugadores, y nunca pudimos disputar el título, ante un
Barcelona que para mí, era muy inferior al de la temporada pasada.
Luego, cuando en la semifinal de
la Copa del Rey vencimos a los “culés”, todos se volvieron a subir al carro de
la victoria. La ilusión de conseguir el doblete (más la Champions) creció como
la espuma, y las críticas a José Mourinho se quedaron en las sombras. Sin
embargo, todo se volvió a desmoronar con la decisión del técnico de preferir a
Diego López por sobre Iker Casillas. Si bien el capitán ya había sido
cuestionado antes de finalizar la primera rueda de la Liga, su lesión permitió
que el cuerpo técnico pudiera traer al meta que estaba en Sevilla, y este fue
respondiendo. Hizo una gran eliminatoria ante el Manchester United, lo que le
dio aún más confianza, y cuando Iker se recuperó, Mourinho prefirió seguir con
López como titular.
Existen distintas versiones del
alejamiento entre Iker y Mourinho. No me jugaré por ninguna, porque no puedo
opinar sobre algo que no vi directamente. Lo que sí puedo decir, es que durante
las dos primeras temporadas la relación era buena, y se puede ver claramente en
las celebraciones de la Liga de los récords. Para mí, la MALA LECHE de la
prensa influyó mucho en este quiebre, e incluyo también las DESUBICADAS
declaraciones de Sara Carbonero, novia del portero, quien dijo a la televisión
mexicana que el plantel estaba dividido con su técnico.
Desde mi punto de vista, Iker es
el mejor y un ídolo del club. Pero también creo, firmemente, que tiene que
haber SIEMPRE un premio al buen rendimiento: La “meritocracia”. Si Diego López
estaba haciendo un excelente trabajo, ¿Por qué había que quitarle su opción de
lucirse? En nuestras vidas siempre estamos reclamando que el esfuerzo no es
premiado lo suficiente, pero al parecer, ese reclamo es solo cuando no nos
premian a nosotros, en lo demás, da lo mismo…
TODO cuerpo técnico tiene la
autoridad para utilizar el equipo que estime conveniente. Las consecuencias de
esa decisión se verán a final de cada temporada, y por cierto que el desastre
que vivimos no se debió a que Mourinho prefiriera a Diego López como titular.
La prensa española utilizó su poder (SOMOS el cuarto poder, aunque lo quieran
negar) para sembrar odio en contra del entrenador, que estaba solo haciendo su
trabajo. Mintieron descaradamente, acosaron a su familia, lo insultaron como
quisieron, tergiversaron declaraciones, inventaron rumores, todo con la única
misión de echarlo a final de temporada. Lo peor, es que lo consiguieron. Lo
peor, es que mucha gente le sigue creyendo a Marca, As, la COPE, la SER,
Deportes Cuatro…
Los hinchas no ayudan
El otro cáncer del Real Madrid es
el exitismo burdo de parte importante de su hinchada (sobre todo la española). Es
verdad, cuando un club está tan acostumbrado a ganar, y luego en un periodo no
lo hace, cunde el pánico y se pierde el análisis, con tal de volver a levantar
una copa, sea como sea. Pasa en todas partes. Por eso se contrató al mejor
técnico del mundo. Para volver a ser PROTAGONISTAS. El problema es que muchos
creyeron que Mourinho aseguraba títulos, todos los títulos, todos los triunfos,
y eso es IMPOSIBLE.
Pero vayamos a los números, a lo
objetivo: Florentino Pérez comenzó su primera etapa en el Real Madrid en el año
2000. Estuvo 6 años, y se marchó antes de finalizar la temporada. Volvió el año
2009, con la ilusión (supongo) de revancha. Durante estos dos periodos,
Florentino tuvo OCHO técnicos a cargo del primer equipo. Solo Del Bosque y José
Mourinho lograron levantar una copa de Liga. Solo Mourinho levantó una Copa del
Rey. Y solo Del Bosque y Mourinho llegaron a semifinales de Champions League
(El español ganó la última Copa de Europa del club).
Debo mencionar también que desde
el año 2000 el Real Madrid ha celebrado 5 Ligas (6 el Barcelona), con los
siguientes técnicos: Vicente del Bosque (2 ligas, con 78 y 80 puntos), Fabio
Capello (76 puntos), Bernd Schuster (85 puntos) y José Mourinho (100 puntos). Claramente
la competencia y la exigencia fue distinta.
Con estos números, ¿podemos
decir, como aseguran algunos, que Mourinho se fue del Real Madrid porque
“fracasó”?, ¿podemos decir que el club, esta última década, estaba “tan”
acostumbrado a ganar que el portugués no cumplió con las expectativas?
Además, José Mourinho llegó con
una mochila extra al cargo: Terminar con la hegemonía del Barcelona, que venía
de un bicampeonato en Liga, y sumaba seis partidos consecutivos sin derrotas ante el Real
Madrid. La última victoria de nuestro equipo había sido el 7 de mayo del 2008,
y después de esa goleada por 4 a 1, nos
habíamos tenido que comer humillaciones tan grandes como las del 2 a 6 en mayo
del 2009.
Esa hegemonía culé terminó en la
final de la Copa del Rey jugada en Valencia, cuando todos apostaban por un
triunfo de los de Guardiola. Una temporada después, el Real Madrid volvió a ser
campeón de Liga, con 100 puntos, ante el mejor Barcelona de la historia.
Repito: ¿En serio que José Mourinho “fracasó”?
Los pecados de "Mou"
Al defender los resultados y el
trabajo del ahora ex técnico “merengue”, no oculto sus errores. Mourinho es de
esas personas (en extinción) que dicen lo que piensan sin estar preocupados de
quedar bien con los demás. José intentó, como debería ser siempre, que la
prensa ocupara el lugar que le corresponde, es decir, en los despachos
escribiendo notas, y no en los aviones con los jugadores intentando crear
amigos para que después les soplen los chismes. Los protagonistas deberían ser
siempre los jugadores y el club, y NO algunos periodistas que se han hecho “un
nombre” a costa de la institución.
Pero el “pecado” de Mou no fue
ese, fue entrar en la guerra con los medios de comunicación. España no es
Inglaterra o Alemania, en donde los técnicos no tienen la costumbre ni la
obligación de cenar con los periodistas. Al parecer, en España debes caer en el
juego para que después no te cobren el “favor” no correspondido. Si Mourinho no
quería entrar en ese juego (que me parece estupendo), no debió echarle más leña
al fuego, porque varias veces le dio en bandeja los titulares a la prensa
amarillista. Igual pienso que el episodio con Casillas fue el mayor detonante
para su partida, que repito, fue utilizado de manera asquerosa por algunos
medios de comunicación.
No hay respeto con los jugadores
A la triste partida de Mourinho
(cualquier equipo querría tener al mejor del mundo), se suma la de
Gonzalo Higuaín. El “Pipa” anunció tras el partido ante el Osasuna que quiere
cambiar de aires, y que tras siete temporadas deja el club. El argentino había
renovado su vínculo la temporada pasada, cuando Mourinho lo convenció, y cuando
el estadio completo, lleno de júbilo en la celebración del título de Liga,
coreó “Pipipa quédate”.
Pero en la vida, el éxito es muy efímero… Ya lo dijo Charles Chaplin: “Ríe y el mundo reirá contigo; llora y el
mundo, dándote la espalda, te dejará llorar”. Y eso fue lo que pasó con
Gonzalo. Tuvo una discreta temporada, al igual que la gran mayoría del plantel,
pero se le criticó el triple, y las pifias en su contra en los últimos duelos
le dolieron. ¿Por qué las críticas a Özil, que tuvo ocasiones CLARAS en los
duelos ante el Dortmund y el Atleti, son mucho más suaves? ¿Por qué se comenta
tan poco el paupérrimo nivel de Benzema?
121 goles con la camiseta
merengue, y SIEMPRE dejando el alma en la cancha. Para parte de la hinchada es
insuficiente, tan insuficiente, que mostraron cero respeto al pifiarlo. Es
verdad, todos los jugadores deben estar preparados para ser criticados, sobre
todo cuando su rendimiento es bajo, pero la falta de respeto, y de memoria,
termina por cansar, y el Pipa decidió irse.
El Real Madrid venderá al
delantero titular de la selección argentina, goleador de las clasificatorias
sudamericanas, por no más de 25 millones de euros, para comprar otro por mucho
más (se los aseguro), que no sé si mostrará la mitad de amor por la camiseta de
la que siempre mostró Higuaín.
En definitiva: La enfermedad que
hoy aqueja a nuestro querido club es el exitismo. La falta de análisis, la
falta de liderazgo de un presidente que no supo imponerse cuando debía hacerlo.
Lo peor, es que muchos no se dan cuenta, y siguen pensando que la solución es
comprar jugadores caros y que el próximo técnico asuma que DEBE llevarse bien
con la prensa, y que por imposición, hay algunos jugadores que no pueden estar
en el banco. Nos farreamos a Mourinho, estamos regalando a Higuaín, pero el
tiempo hará su trabajo, y les dará la razón.
Uno de los tres goles que más he gritado en mi vida. Gracias por todo, Pipa...
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