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martes, 12 de noviembre de 2013

Sexismo, ¿hasta cuándo?

Liga de Fútbol Americano en donde las mujeres deben jugar en ropa interior... 

Vivimos en un mundo lleno de vanidad y frivolidad. La gente está enferma, abunda el consumismo, el egocentrismo, no hay espacio para el amor verdadero, para el cariño, para darse un tiempo, para entregar el alma. No hay espacio para una conversación de corazón a corazón, para sentirse frágiles, para querer con el alma.

Vivimos en un mundo guiado por las apariencias. En donde la gente está más preocupada del qué dirán que de ser feliz. Un mundo donde lo que más importa es cómo luces, no el talento que tienes. Una sociedad en donde la mujer es cada vez más explotada como objeto sexual, en donde niñas de 15 años ya están pensando en operarse para ser “más atractivas”, en donde la publicidad solo muestra traseros y tetas para alimentar los deseos de una población, repito, ENFERMA. 

Me cansa, me agita, me pone de mal humor ver cómo se trata hoy a la mujer. Si en épocas pasadas nos faltaban derechos básicos, hoy el problema es otro. Es el constante lavado de cerebro que se les hace a las mujeres, desde pequeñas, para que piensen que lo que más importa es agradar sexualmente a un hombre. No digo que esté mal que una quiera complacer a su pareja, digo que me tiene HASTA LAS NARICES que intenten crear una realidad en donde las mujeres solo están para mostrar el cuerpo.

Estoy harta de que la mujer sea vendida en los medios de comunicación como un objeto sexual. Estoy harta de comerciales como los de Kayser (vea esa vergüenza aquí), que solo busca calentar a un grupo de hombre unineuronales. 

Estoy harta de que los sitios webs nos llenen de noticias como: “Las infartantes fotos de”, o “Mira la despampanante figura en biquini de”. Estoy aburrida de que a las mujeres Presidentas se las juzgue por su vestuario, o que las parejas de futbolistas solo sirvan para hacer galerías con poca ropa.

Estoy harta que se venda que solo se puede ser sexy con minifalda o con operaciones de senos.

¿Tan desesperados?

Estoy harta que los hombres crean que uno debe sentirse agradecida porque te tiran un piropo en la calle (no, no lo necesitamos, pelotudos). Estoy hasta las narices de que si sentimos que viene alguien caminando detrás nuestro tengamos que cuidarnos de que nos agarren el trasero y que no podamos salir solas en la noche por el temor a ser violadas.

Me tiene agotada que en los programas deportivos el aporte de las mujeres sea ser la modelo linda que lee los mensajes de Twitter. Me tiene podrida que en medio de una transmisión deportiva, DE LA NADA, enfoquen los traseros de las modelos (depravados hijos del odio).

Estoy harta de que hombres con panzas indecentes y ordinarios estén juzgando el look de una mujer cuando pasan al lado de ellos. ¿Cómo se sentirían ustedes, hombres, si al entrar a una oficina supieran que hay 20 mujeres hablando de lo poco sexys que son?

Estoy harta de que a un hombre que se mete con muchas mujeres se lo trate como a un ídolo, pero que una mujer que hace lo mismo sea “puta”.

Estoy cansada de esta sociedad machista, que aparentemente ha evolucionado a favor de la mujer, pero que sin embargo, la trata igual de mal que antes. No me malinterpreten, esto no es solo feminismo antojadizo, esto es impotencia, por no entender cómo puede existir una sociedad TAN mediocre, TAN  malvada, TAN pendiente de solo satisfacer deseos sexuales. ¿Qué nos diferencia de los animales si no podemos entender que la sexualidad es una herramienta y no un fin?

Por último, sé que muchas mujeres contribuyen a que el sexismo siga teniendo gran espacio en nuestra sociedad, y de verdad (sin querer juzgar a nadie), me dan pena. Háganse respetar, por la cresta... 


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